Cuando
nos enfundamos una casaca distinta al resto del equipo en el que militamos, ya
somos conscientes de la dificultad entrañada que se cierne sobre nosotros, y
además de vérsenos más que al resto llevando el colorido distinto, como por
arte de magia se nos otorga el privilegio de ser héroes o villanos en cuestión
de minutos.
Creo
que también al tener potestad para realizar ciertas cosas distintas al resto
del grupo, ya que por ejemplo se nos permite coger el balón con nuestras manos
dentro de los límites reglamentarios, acaparamos de esta manera envidias y
admiraciones a partes iguales, y sobre todo nos convertimos en el centro de
atención para lo bueno y lo malo.
Pero
pienso que casi siempre es injusto mirar hacia el mismo culpable cuando al cosa
no nos va como queremos, y rebuscamos cualquier entresijo legal o ilegal para
tener licencia sobre las sentencias emitidas hacia nosotros.
Siempre
digo que los jugadores de campo pueden disimular perfectamente un día poco
dulce para sus intereses, o el del resto de su equipo, con una simple acción
ante la que además casi seguro ensalzan su labor en el partido disputado todos
los allí presentes;
¡CORRER!
Pero
me pregunto yo, ¿como puede disimular un mal día el portero?:
¿CORRIENDO?,
¿SALTANDO?, ¿TIRÁNDOSE AL SUELO TODO EL RATO?....
no
hay escapatoria posible, estás atrapado en el sitio donde no puedes hacer nada
más que intentar revertir aquella situación de la mejor forma posible, y sólo
lo podrás hacer intentando que los envites que lleguen a continuación tengan un
final feliz para tus intereses…TREMENDAMENTE COMPLICADO.
Un
día me comentó el entrenador con el que formaba equipo en esa temporada la
siguiente frase, la cual se quedó marcada en mi mente para siempre:
El portero
es el único que no nos puede fallar…
Lapidaria
como sentencia, por no decir grotesca al pronunciarla, a la par de fuera de un
pensamiento coherente a todas luces.
Y
no puedo estar de acuerdo en lo que la frase o el pensamiento de algunos, lleva
a inclinar la balanza de culpabilidades siempre hacia el mismo lado, ya que
podrán fallar como cualquiera que esté dentro del terreno de juego, el gran
hándicap que tenemos los porteros es que se nos ve demasiado un error, ya que
casi con total seguridad el destino final de mencionado fallo acabe en lo
fatídico para nuestros intereses...EL GOL…
Para
terminar mi relato mostraré con el video final, que todos son humanos, los
jugadores que fallan a puerta vacía el gol cantado, los que no dan un pase
bueno en todo el partido, los que se ven incapaces de realizar nada en
beneficio del grupo por no enterarse de la película durante lo que dure dentro
del campo, y aquellos que camuflan sus malos días corriendo sin más, la
compresión para los porteros debe ser si cabe más , puesto que deberán dominar
un sinfín de factores propios y ajenos para llevar a buen puerto sus mejores
intenciones; DEJAR SU PORTERÍA A CERO…
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