viernes, 27 de marzo de 2015

LA SOLEDAD DEL PORTERO DE FÚTBOL… ¡ES NUESTRA SOLEDAD TAMBIÉN!


Cada vez que este humilde entrenador de porteros realiza una charla dirigida a técnicos, técnicos de porteros o aficionados al deporte rey en general, intento por todos los medios a mi alcance, que perciban algo de nuestro mundo, el MUNDO DEL PORTERO DE FÚTBOL.

Son muchas las dificultades que entraña la especialidad dentro del campo para la personal que defiende la portería, y en esa causa entro en juego yo como técnico y ex portero profesional , haciendo gala de los pocos conocimientos que poseo, pero poniendo sobre el tapete las cartas boca arriba ante todo lo que sigo padeciendo diariamente.

Con mi ceño fruncido constantemente, dada la falta de rigurosidad existente por muchos que nos rodean a diario, voy capeando mi resignación ante tanto improperio lanzado sin pudor hacia los nuestros, hacia la valía de entrenar porteros o simplemente hacia tener que buscar algún culpable ante el devenir del equipo en cuestión.

Valoraciones correctas haberlas haylas (como las meigas), pero en la mayoría de las ocasiones se aplican sentencias condenatorias, sin pararse a pensar el porque de las afirmaciones emitidas.

Y no quitaré la dosis de culpabilidad de nuestros porteros y como no, de nosotros los técnicos especialistas en el entrenamiento de porteros, mostrando siempre un denodado intento para no encajar demasiados goles, pero mi pregunta ante esta afirmación sería la siguiente:


Entonces me golpea otra de mis múltiples reflexiones, ante la que pongo si cabe mayor ímpetu al nombrar la imagen que a continuación inserto:




Quiero entender que ya en el fútbol moderno del cual nos beneficiamos muchos, se tienen establecidas unas convicciones férreas, sobre lo positivo que supone tener unos preparadores específicos para la demarcación que aquí trato de mostrar.

La batalla en la que me encuentro inmerso futbolísticamente hablando, y con la cual me identifico como el William Wallace de turno (braveheart) alzo simbólicamente mi espada con el acero de los argumentos reflexivos, intentado herir las mentes de los incrédulos existentes por este mundo del deporte Rey.

Quizás así se pararán a pensar lo beneficioso que supone tener nuestra existencia en el mismo, persiguiendo sin tregua y  de manera tenaz,  el poder captar la atención necesaria hacia cualquier resto obsoleto además de impropio, dadas sus convicciones contrarias, mostrándoles la evolución real sufrida en nuestro deporte, y que viene marcada con una exigencia máxima a la que están sometidos nuestros porteros, evitando que todas estas mentes atrasadas deportivamente hablando, sigan con esos pensamientos atrincherados en algún rincón del fútbol.

intento por todos los medios a mi alcance que nuestros guardametas tengan su hueco, y a la vez también nosotros los técnicos, pudiendo ocupar de esta forma el lugar que nos corresponde en los equipos de fútbol.

Realmente…¿se sabe como respiran nuestros porteros, lo que sufren, a lo que se enfrentan, lo que soportan, etc….?



A colación de estas instantáneas, también podría realizar alguna pregunta más o menos reflexiva para el que le intriguen estas líneas, no siendo otras que la cantidad de elementos hostiles a los que deberá hacer frente un porteros de fútbol:



Los errores cometidos suponen la desgracia más repudiada por cualquiera que se atreva a ponerse bajo palos, no existe consuelo, no encuentras justificación, no recibes la comprensión de casi nadie, no tienes lugar de cobijo ante la lluvia de críticas, no puedes volverte invisible, en definitiva, es la cruz camino de cada calvario personal.


La ira de afición contraria o propia, también hace que los nuestros sufran constantemente el martilleo psicológico adverso para llevar con éxito su trabajo, ya que serán sometidos a un constante juicio sobre lo acontecido en el partido, comenzando por su labor y terminando con el resultado que se esté produciendo en este envite.


 
Y por último y no menos importante hablaré del elemento insignia en cuanto a enemigo número uno de los nuestros, EL BALÓN, este parece temporada tras temporada ser elaborado a conciencia por el DEMONIO personalmente, ya que no puede variar más de un año a otro, y de una competición a otra.
El tacto, la composición, las trayectorias cambiantes, el diseño exterior (diferentes componentes parcheando su envoltorio), etc…hacen que los nuestros perciban en los lanzamientos a los que son sometidos un auténtico calvario, puesto que en la mayoría de los casos se ven impotentes para poder distinguir dos trayectorias similares adecuando los gestos más correctos a estos con el fin de detenerlos con éxito.



Entraré en otro apartado no menos importante a la hora de buscar compresión por parte de todos hacia estos sufridores, y por consiguiente hacia nosotros los técnicos especialistas:



 
¿Son verdaderamente conscientes de que quienes son sus porteros y quienes somos nosotros?, quizás los locos por la causa de,  ¿intentar tener a estos en las mejores condiciones posibles?



Todos nos intentamos formar lo mejor posible para llegar a ser los mejores técnicos del mundo……
Y dentro de ello abarcamos un amplio abanico de materias estudiadas, unas acorde a la demanda futbolística, y pienso sinceramente que otras para rellenar las horas lectivas respectivas.




Pero la duda que me asalta siempre es si verdaderamente cuando se estudia un apartado concreto, en el cual el portero de fútbol es el gran protagonista, nos queda a todos lo suficientemente claro que son diferentes al resto por muchos motivos, que necesitan tener unos espacios propios y concretos, que deben llevar una preparación específica acorde a su demarcación, que le podremos exigir cosas que hayan sido trabajadas para tal menester, que deberán tener sus tiempos necesarios en la preparación oportuna, que como miembros de un grupo de futbolistas son eso precisamente, parte del grupo para tenerlos en cuenta dada su metodología distinta en la gran mayoría de las ocasiones a la del resto de jugadores, que cuando se elaboran tareas hay que pensar en ellos y en su beneficio y no como complemento para el resto de jugadores, que en definitiva, alguien tildado de especialista para ellos debería echarnos una mano, y no sólo para entrenarlos acorde a la demandado, sino sobre todo para estar estrechamente entrelazadas las parcelas técnicas, de tal forma que nos puedan asesorar, ayudando en posibles decisiones y como también sería recomendable a todas luces, llevar a cabo una preparación por parte de todos los componentes del cuerpo técnico en buena armonía, sintonía y coordinación provechosa para la totalidad de componentes de nuestras plantillas.



Deberemos tener no sólo a nuestros porteros y técnicos de porteros cuando nos interese, sino como una parte fundamental e imprescindible para llevar a buen puerto a todos los profesionales, ya que el beneficio final será el de todos y no nuestro MUNDO DEL PORTERO sólo…




Hagamos que nuestros porteros se sientan arropados y sin tener la soledad como acompañante perpetua, y no sólo por la cantidad de dificultades que deberán soportar externamente, sino también internamente ya que de esta manera conseguiremos tener sin lugar a dudas, unos guardametas preparados, fuertes, y acordes a la exigencia competitiva.  


No hagamos que la última imagen que acompaña este texto siga siendo realidad en la actualidad, esta en nuestra mano y sobre todo en nuestros pensamientos erradicar la mencionada….SOLEDAD DE LOS PORTEROS...NUESTRA SOLEDAD…

 

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