Cuando a los que nos
dedicamos al deporte en general y al
fútbol en concreto, nos hacen llegar como pregunta clave;
¿Cuál sería lo
principal que inculcaríamos a todos los que tengamos bajo nuestra tutela
deportiva?
siendo lo contestado
algo que será expuesto como premisa innegociable y abrazada férreamente a
nuestros principios, todos o casi todos respondemos lo mismo sin titubeo
posible,
¡DISFRUTAR Y HACER DISFRUTAR CON LA ACTIVIDAD DESARROLLADA
EN CADA CASO!
Pero en la mayoría de
las ocasiones sólo sirve como respuesta momentánea, ya que a lo largo de lo que
dure nuestro aprendizaje todos nos llenamos de buenas intenciones, las cuales
tienen como fecha de caducidad el día en el que poseemos nuestras respectivas
titulaciones, o también pudiera ser tal onomástica cuando se nos concede un
lugar para el adiestramiento técnico-táctico de algún equipo, indistintamente de la categoría o edades de
los pupilos en cuestión.
Y digo esto con
conocimiento de causa, ya que por desgracia veo en innumerables ocasiones una
falta fidelidad hacia lo que predicábamos a boca abierta, y en lo que realmente
realizamos con asiduidad hacia los que dependen de nosotros en cuanto a
aprendizaje se refiere.
Nos mueve el don
dictatorial para la causa docente, en otras el afán de protagonismo, también olvidamos
con suma facilidad y de manera sistemática, hacia quienes nos dirigimos y con
la exigencia que actuamos, y porque no decirlo como causa en muchos de los
casos, no dar más de si como entrenador (ser cortitos).
Aun así veo una clave
en todo lo narro aquí y que creo causa de todos los males hacia este tipo de
actitudes, el hecho de deslumbrar al
prójimo con nuestros métodos implacables y llenos de sapiencia, creyéndonos haber
conseguido ser la envidia del resto, y a la vez tratando de ocultar nuestras
verdaderas intenciones como destino de los pensamientos que escondemos;
Ser los
mejores pese al que pese y caiga quien caiga
Me entristece ver
muchas veces los cadáveres deportivos que van quedando en el camino, ya que son
gente frustrada con prematuridad en sus andaduras en cuanto al deporte se
refiere, y solo tuvieron como delito el haber tenido la mala fortuna de toparse
en sus ilusiones con este tipo de adiestradores.
Deberíamos reflexionar
sobre si todos ponemos los medios necesarios para formar jugadores, o más allá,
formar gente para el día de mañana, sin mirar a nuestra propia escalada hacia
la fama, sin mirar como queda nuestro equipo, sin mirar salir en el noticiario
de turno donde hablan de lo buenos que somos, sin mirar cuantos equipos se
rifarán los servicios deportivos que podamos ofrecer.
Si que pienso que podría
ocurrir todo lo anterior sino se hace más ruido que el de nuestro esfuerzo y
sacrificio, inculcando a los que estén bajo nuestra tutela deportiva todo lo que
nos enseñaron, trayéndoles la ilusión por el deporte, fomentando los
compromisos con el grupo que formen, respetando a todo y a todos los que estén
alrededor de ellos sin mirar nada más allá que su formación como eslogan, y
sobre todo intentando captar su mejora con argumentación coherente y razonada,
nunca mediante un criterio dictatorial ensamblado con el símbolo del miedo al
hacer algo mal.
El video que aquí
publico nos hace ver lo que realmente supone la esencia en todo deporte, la
satisfacción por lo verdaderamente importante en todo este tinglado…
Hacer
deporte y disfrutar con ello sin mirar nada más
No hay comentarios:
Publicar un comentario