sábado, 21 de marzo de 2015

Las convicciones


Cuando a los que nos dedicamos al deporte en general  y al fútbol en concreto, nos hacen llegar como pregunta clave;

¿Cuál sería lo principal que inculcaríamos a todos los que tengamos bajo nuestra tutela deportiva?

siendo lo contestado algo que será expuesto como premisa innegociable y abrazada férreamente a nuestros principios, todos o casi todos respondemos lo mismo sin titubeo posible,

¡DISFRUTAR Y HACER DISFRUTAR CON LA ACTIVIDAD DESARROLLADA EN CADA CASO!


Pero en la mayoría de las ocasiones sólo sirve como respuesta momentánea, ya que a lo largo de lo que dure nuestro aprendizaje todos nos llenamos de buenas intenciones, las cuales tienen como fecha de caducidad el día en el que poseemos nuestras respectivas titulaciones, o también pudiera ser tal onomástica cuando se nos concede un lugar para el adiestramiento técnico-táctico de algún equipo,  indistintamente de la categoría o edades de los pupilos en cuestión.

Y digo esto con conocimiento de causa, ya que por desgracia veo en innumerables ocasiones una falta fidelidad hacia lo que predicábamos a boca abierta, y en lo que realmente realizamos con asiduidad hacia los que dependen de nosotros en cuanto a aprendizaje se refiere.

Nos mueve el don dictatorial para la causa docente, en otras el afán de protagonismo, también olvidamos con suma facilidad y de manera sistemática, hacia quienes nos dirigimos y con la exigencia que actuamos, y porque no decirlo como causa en muchos de los casos, no dar más de si como entrenador (ser cortitos).

Aun así veo una clave en todo lo narro aquí y que creo causa de todos los males hacia este tipo de actitudes,  el hecho de deslumbrar al prójimo con nuestros métodos implacables y llenos de sapiencia, creyéndonos haber conseguido ser la envidia del resto, y a la vez tratando de ocultar nuestras verdaderas intenciones como destino de los pensamientos que escondemos;

Ser los mejores pese al que pese y caiga quien caiga

Me entristece ver muchas veces los cadáveres deportivos que van quedando en el camino, ya que son gente frustrada con prematuridad en sus andaduras en cuanto al deporte se refiere, y solo tuvieron como delito el haber tenido la mala fortuna de toparse en sus ilusiones con este tipo de adiestradores.

Deberíamos reflexionar sobre si todos ponemos los medios necesarios para formar jugadores, o más allá, formar gente para el día de mañana, sin mirar a nuestra propia escalada hacia la fama, sin mirar como queda nuestro equipo, sin mirar salir en el noticiario de turno donde hablan de lo buenos que somos, sin mirar cuantos equipos se rifarán los servicios deportivos que podamos ofrecer.

Si que pienso que podría ocurrir todo lo anterior sino se hace más ruido que el de nuestro esfuerzo y sacrificio, inculcando a los que estén bajo nuestra tutela deportiva todo lo que nos enseñaron, trayéndoles la ilusión por el deporte, fomentando los compromisos con el grupo que formen, respetando a todo y a todos los que estén alrededor de ellos sin mirar nada más allá que su formación como eslogan, y sobre todo intentando captar su mejora con argumentación coherente y razonada, nunca mediante un criterio dictatorial ensamblado con el símbolo del miedo al hacer algo mal.


El video que aquí publico nos hace ver lo que realmente supone la esencia en todo deporte, la satisfacción por lo verdaderamente importante en todo este tinglado…

Hacer deporte y disfrutar con ello sin mirar nada más

Formarse como seres humanos y a su vez como deportistas






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