miércoles, 2 de abril de 2014
sábado, 1 de febrero de 2014
CARTA A UN AMIGO
Hace ya bastantes años y uno
era muy joven en nuestras respectivas quintas, estábamos pendientes del momento
que llegaría la hora para ser llamado a
filas, es decir, la puñetera mili, en aquellos años la mayor ilusión era
saberse destinado cerca del hogar o si surgía el milagro estar fuera de cupo, o
sea, librado de tal magnífico menester para todo aquel que era denominado con
el sexo masculino en su D.N.I.
Pero no hablaré de esto
expuesto anteriormente, sino del malestar que sentían normalmente la mayoría de
los que regían nuestra educación y puesta activa en la vida, es decir, los
respectivos padres.
Ellos estaban en el caso del
padre intentando mirar hacia otro lado para hacerse el duro, como es menester
en el que adopta el papel otorgado por la vida como cabeza de familia, y en el
caso de la madre con la lágrima y petición divina para que su hijo no hiciese
por primera vez aquella maleta y marchase intentando cumplir o eso se decía con
la patria, la cual le regalaba el galardón de hacerse hombre.
Si bien es un poco romántico
y melancólico el inicio de este texto, no es menos cierto el sentimiento que
poseo actualmente sin ánimo de esconderlo, ya que aunque no se marcha ninguna
persona al mencionado servicio militar, el cual allá por el 31 de diciembre del
2001 fue concluido como tal para pasar a profesionalizarse, si que por
circunstancias de nuestra profesión tiene que marchar un hombre hecho ya, pero
un crío cuando llegó a mi lado o yo al de él hacia otro destino, y si bien se
dice que uno es dueño de sus pensamientos y esclavo de sus palabras, sabe DIOS
que no es mi intención ofender o dañar a
cualquiera que las lea, ya que no dejan de ser letras de agradecimiento
dedicadas a un chaval íntegro y generoso en todas las facetas para las que se
le requirió en nuestra empresa.
Y me lanzo a dedicárselas
puesto que se lo tengo que otorgar con admiración, y es que uno además de haber
tenido la suerte de estar como profesional del fútbol en activo 20 temporadas,
también es un privilegiado al poder seguir como profesional en otro apartado
técnico del fútbol, el noble y magno oficio de intentar entrenar a porteros de
fútbol.
En todos estos años como
jugador y técnico he visto a innumerables chavales y no tan chavales enfundarse
los guantes persiguiendo un sueño, unos con más suerte y otros con mucha menos
suerte, pero amigo RUBÉN, tu eres un grande en mi carrera, ya que si alguien
peleo sin medida por su sueño has sido tú.
Llegaste siendo un pipiolo de
tu pueblo Aracena en la magnífica sierra de HUELVA con la ilusión por bandera,
y lo gratificante para mi ha sido tener la inmensa fortuna en compartir tantos y tantos ratos hasta el
último día que estuviste bajo mis órdenes, y pudiendo comprobar en ti no con
poca admiración, la misma implicación y las mismas ganas, las cuales no sólo no
habían erosionado tu moral en todo este
tiempo, sino que iban siempre aumentando
para hacerte parecer si cabe un poco más grande de la enormidad que ya llevas
en todo tu ser.
Nunca lo tuviste fácil, dado
que tus posibilidades físicas así lo hacían percibir a los que sólo se fijan en
la apariencia, pero no por ser ni mucho menos más listo que nadie, es más,
considerándome el más atrasado en este galardón, percibí que tenías algo
especial, algo diferente, algo que ya abunda poco en nuestra parcela, veía un
portero como los de antes, esos que tenían poso y templanza, esos que
trabajaban no cayendo en saco roto la corrección, sino que al siguiente
entrenamiento se pasaba a otro nivel puesto que aquel estaba ya superado, y
amigo mío, eso ya prácticamente está extinguido en la gran mayoría.
La vida deportiva ha sido
gracias a tu constancia de momento agradable para ti, y deseo además de que lo
espero puesto que así lo asevero firmemente, no ha hecho mas que comenzar
trayéndote sólo el inicio de todo lo bueno que te deparará tu carrera
profesional, ya que amigo mío, a
diferencia de otros tu posees algo distinto al resto (agallas – raza) y con eso
junto con las virtudes nombradas anteriormente, has conseguido ser un
profesional en toda la extensión de la palabra.
Es de razón decir que de
momento deberás seguir tu carrera de fondo dando una vuelta por otro sendero,
pero no dudes compañero que tu llegada a la meta que te has marcado la tendrás
garantizada y apostaría todo por ello.
No se si la vida deportiva
nos juntará de nuevo puesto que este tinglado a veces posee unas cartas
marcadas y nos prestamos a jugar con ellas, pero lo que si se y es bien cierto,
es que bajo esta apariencia en muchas ocasiones de semblante serio y tenso, con
este pelo cada vez más blanco, y con una exigencia que en ocasiones raya lo
divino más que lo terrenal, me inclino ante ti para darte las gracias sin
ningún ápice para dudar de ello, ya que has hecho de mí mejor persona, has
hecho que mi pensamiento sobre esta parcela tenga sus frutos al ver como el que
quiera algo lo consigue con esfuerzo, dedicación y profesionalidad, y como no
también me has convertido en mejor persona al tener la suerte de compartir día
tras día tus sonrisas, tu simpatía y tu presencia.
Rubén gracias por todo, no te
deseo suerte porque eso es para el que no sabe, y sí que se algo que todavía no
te he dicho, más allá de un humilde entrenador tienes un amigo en mi persona
para siempre, y eso compañero si que nadie ni nada lo podrá desviar del camino
a seguir.
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