Se suele decir que uno es dueño de sus pensamientos y
esclavo de sus palabras, pues en el caso que describo a continuación, nadie pienso podría poner titular más idóneo
para definir tal afirmación.
Y bien es cierto que existen casos puntuales que por
bisoñez, en otros por falta de tacto, y en innumerables ocasiones por la
falta de cerebro en los momentos importantes de nuestra vida, nos permite
caer una y otra vez en el saco del desatino, haciendo que nosotros mismos seamos
capaces de encarcelarnos en la piel que no corresponde con lo que nuestra
alma lleva escondida, pero el ser humano que nadie se olvide tiene ese don
inigualable de la equivocación, debido sobre todo a que la madre naturaleza
nos ha dotado con la definida por muchos científicos, cualidad diferenciadora
de cualquier otro animal, la
inteligencia…..mira permíteme que al que dijo esto , mi humilde persona lo
tenga mirado de reojo con gran dosis de perplejidad y muchas dudas al
respecto de sus palabras.
No soy tan osado en nada de la vida como para entrar
en casa ajena valorando las decisiones, trabajo y prestaciones ofrecidas por
cualquier trabajador hacia su entidad, pero cuando menos seré también esclavo
de mis palabras retándolas con una pregunta,
¿no es cierto que en
muchas ocasiones de nuestra vida, anteponemos nuestro ego las cosas
normales y correctas?.
Volviendo al encabezado del texto diré algo a
colación del mismo, nada ni nadie es tan importante en ningún lugar para
creerse el ombligo de la entidad, y es que las personas pasan, los cargos
aparecen y desaparecen, y como no, lo único que queda de aquel que se toma el
atrevimiento de pensarse ser el elegido para momentos gloriosos y perpetuos,
son unos cuantos renglones llenados con texto mejor o peor enfocados a la
persona en cuestión, también fotos
variadas con mayor o menor alegría reflejadas en las mismas, pero creo
firmemente que lo único de verdad cierto e irrefutable es la entidad en
cuestión, esa si que perdura.
Cuando una persona toma una decisión me consta que
cree estará haciendo lo mejor para su tranquilidad y sosiego, además de con
unas imagino férreas convicciones personales y profesionales sobre las
mismas, pero digo yo,
¿tan grave es la equivocación ajena en momentos
puntuales de la vida? (como la definía antes debido a diferentes situaciones),
¿como para prescindir de unas prestaciones entregadas desde la nobleza del
que quiere progresar, las cuales no hace tanto te estaban dando oxígeno en tu
angustiada o cuando menos complicada trayectoria profesional a la hora de
poder enderezarla, y también agrandarla?
Decir que el ser humano es tremendamente torpe e
inadecuado en muchas ocasiones que se le presentan, además de no ser nuevo en
esta parrafada no supone ningún descubrimiento para ser galardonado con un
nobel, pero eso si que lo hace o nos hace a los mortales ir aprendiendo sobre
la marcha, intentando aquellos que posean mentes despiertas o también más
rápidas en toma de decisiones, convertirse en
seres privilegiados a la hora de bajar el altísimo porcentaje de la
equivocación, pero por favor, no nos perturbemos con aires de grandeza como
el Cesar en tiempos remotos y caducos, el cual era capaz bajando su pulgar
delante de todos sus súbditos, auto convencerse percibiendo con mareantes
pensamientos egocéntricos estar a la altura de un DIOS, y lo que es peor si
cabe, etiquetándose como el verdugo la hora de deparar un destino cruel e
injusto a aquel que salía a la arena, intentando permanecer con vida o cuando menos, ofrecer un espectáculo
digno a tal noble corte.
Pues si amigos, creo que nadie puede juzgar las
decisiones ajenas, y no seré yo quien cambie o lo intente hacer, pero si me
gustaría para acabar lanzar una pequeña reflexión al que quiera pararse a
leer estas líneas, pensemos un poco más en la persona, un poco más en el
profesional aparcando en demasiadas ocasiones nuestros egos los cuales
afloran más rápido de lo deseado, ya que al final del camino y que nadie por
incrédulo que sea lo ponga en tela de juicio, se trata de conseguir éxitos
profesionales si, pero de los que más orgullosos nos deberemos sentir y los
que serán perpetuos son los personales, ya que no tendrán a lo mejor la
repercusión pública que nos gusta , es más a lo mejor no conlleva ninguna,
pero sí tendrán la recompensa de la
conciencia tranquila además de también la pequeña contribución al mundo que
nos tocó vivir, pudiendo realizar con dicho acto nuestro mejor partido, en el
que no hubo tantos aplausos, ni siquiera a lo mejor hubo espectadores en
dicho evento, pero eso si, fuimos capaces de marcar,
NUESTRO MEJOR
GOL.
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sábado, 8 de diciembre de 2012
EGOS PERSONALES
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