jueves, 7 de abril de 2016

COMPARTIR GENEROSIDAD ACARREARÁ MEJOR FUTURO

No por estar en un determinado club de fútbol, por tener más o menos caché en la respectiva liga donde se compite,  o ni tan siquiera por ser internacional en dicho deporte, hace que nadie sea mejor persona además de compañero, ya que este tipo de etiquetas serán reales sin se llevan incrustadas en el ADN particular.

Por suerte nuevamente en mi humilde trayectoria como profesional entrenando porteros de fútbol, me ha permitido el destino cruzarme con dos chavales que pese a su grandeza deportiva conseguida a base de sacrificio, y también como no puediera ser de otra forma con sus insuperables aportaciones técnicas a esta bendita profesión, poseen una generosidad ilimitada para cualquier propuesta esgrimida por este que lo relata, haciendo que un evento gane brillo por doquier, no solo con sus enormemente admiradas presencias físicas en dicho lugar, sino porque son capaces de impregnarlo de juventud, simpatía, compañerismo y ayuda para todos esos que demandan en sus orígenes, necesidad de consejos y miradas consagradas para su puesto específico dentro de la portería.

Jóvenes pero a la vez veteranos por necesidades del guión en sus respectivas carreras deportivas, habiéndose labrado estas ya desde que casi no se sabían valer por si mismos, y haciéndose los filtros oportunos entre lo que está bien y no tan bien para su futuro personal además de profesional.

Todo el esfuerzo y sacrificio hecho en pos de una inmejorable causa, poder conseguir su sueño más bonito posible y extrapolable a cualquiera que se enfunde unos guantes;

¡SER LOS MEJORES PORTEROS EN EL FÚTBOL PROFESIONAL!

Pero estos a los cuales hago alusión en la temporada deportiva en curso, y que con la inestimable aportación de la diosa fortuna intercediendo por mi persona al permitirme generosamente cruzarme por estas cosas del destino, en sus respectivas carrreras hacia el objetivo mencionado con anterioridad, me reafirman en mis pensamientos jornada tras jornada de lo maravilloso que supone para un profesional como yo, no solo sentirse rodeado de la ya añorada juventud en la portería, sino de estar siendo regalado con ejemplos palpables en la existencia de valores humanos fuera de rango, debido a la grandeza exhibida por los mismos.


Y estos chavales como otros muchos que también están por distintos lugares del globo terráqueo, llevarán el legado más solemne  e importante para todos aquellos que comiencen con sus sueños deportivos, mostrando mediante sus actos y generosidad para el resto:

¡INTENTAR SER MEJORES SERES HUMANOS!

,además de poderse erigir aquellos que los admiren o vean, en grandes o no tan grandes porteros de fútbol.


Profesionales de tanto nivel Mundial pese a su demostrada poca experiencia en la vida, ejercen una influencia inigualable con sus acciones desinteresadas y altruistas hacia aquellos que empiezan a corretear por una portería, y también hacia los innumerables clubes o federaciones que debido a sus pocos recursos generados, no consiguen el consuelo de dichas aportaciones profesionales y humanas.

El ejemplo también debería ser para algún despistado en la vida deportiva o no deportiva, provocando el sonrojo hacia esos que se auto denominan grandes, y que sin llegar a tan alta distinción deportiva como los que ensalzo en estas líneas, se pudieran creer superiores al resto de los compañeros de profesión, solo a lo mejor por no haber sido capaces estos de estar en las mismas categorías profesionales, o simplemente por no haber sido elegido para ejercer la misma profesión que ellos.

Gracias a estos dos chavales, KEPA y BRUNO.....ARRIZABALAGA y VARELA....
ante todo y por encima de cualquier cosa por ser:

¡GRANDES SERES HUMANOS!


Orgulloso como persona y entrenador de compartir a su lado.


http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/noticias/201604/07/kepa-bruno-formadores-20160406221652.html

lunes, 4 de abril de 2016

Nueva entrada en la web jonpascua.com

Saber que a alguien le pueda parecer coherente y valioso un artículo propio, hace que el que lo escribe se sienta reconfortado sobremanera, notando que sus letras sirvieron para hacer reflexionar cuando menos a una persona....MÁS QUE SUFICIENTE!

miércoles, 9 de marzo de 2016

EL ESPÍRITU DE LA VIDA

Cuando llegamos a este Mundo nadie nos regala un libro de instrucciones sobre la manera correcta para funcionar en él, y además a lo largo de nuestros días en ese caminar constante lleno de vicisitudes de toda índole, se nos suelen cruzar un sinfín de obstáculos, dudas, golpes, equivocaciones, a las cuales deberemos atender con determinación y hacerlas frente siempre con el ánimo elevado a su máxima expresión, utilizando para ello el manual del mejor autodidacta posible, o en el mejor de los escenarios posibles para nuestros intereses, la ayuda incondional de nuestros allegados.

Intentamos por todos los medios a nuestro alcance y con los argumentos más ferrreos en convicción, no filtrar el paso a través de la rendija más diminuta que haya podido quedarse entre abierta en nuestra vulnerablidad al desánimo, el pesimismo, la frustración, la dejación, o símplemente como se suele decir, bajar los brazos como señal de rendición incondicional ante los retos propuestos.

La vida la deberemos afrontar como una carrera establecida con anterioridad, en la que sabemos la hora a la que se produce nuestra salida, la calle en la que corremos, en que condiciones lo haremos, pero que nunca sabremos el tiempo ni las vueltas que supondrán dicho evento para poder llegar a cruzar la meta.

Lo más importante será sin lugar a dudas, levantarse siempre  con determinación una vez más, pese a que las caidas sean el número que tengan que ser, incorporarse a la competición vital con la fuerza renovada cuando parezca que terminó la competición para nosotros, dar las zancadas poderosas enterrando dudas en cada una de ellas, visualizar de manera obsesiva el poderío que podemos desarrollar, y sobre todo saber que cruzaremos esa línea final seguros y plénamente convencidos,  de no haber dejado nada por el camino de nuestra competición.

Lamentablemente en la carrera de la vida una vez la hayamos acabado, no podremos esperarnos como es lógico para la entrega de trofeos posterior, ya que ese privilegio deberemos otorgárselo a otros en nuestro lugar si hemos sido merecedores de ello, pero lo que si podremos hacer durante lo que dure dicha prueba, es ser fieles a nuestra mente y nuestra alma, otorgando lo mejor de nosotros mismos en cada isntante, asi seguro que habrá cuando menos una mención en algún lugar hacia nuestra entrega para la causa.

¡Cada día amanecido en un desafío para nuestro objetivo!

EL RETO DE LA VIDA:


LUCHAR Y LEVANTARSE UNA VEZ MÁS QUE LAS CAIDAS SUFRIDAS EN ELLA




miércoles, 24 de febrero de 2016

LA ÚLTIMA VOZ ANTES DE LA BATALLA



 LA ÚLTIMA VOZ ANTES DE LA BATALLA

Se suele decir que para gustos los colores, y no menos cierto sería argumentar hacia nuestra profesión, que cada uno es libre de realizar lo que crea más oportuno antes del comienzo en un partido oficial.

Y como no podía ser de otra manera, todos y cada uno de nosotros los técnicos especialistas en porteros, además de las manías, metodologías, rarezas, creencias, supersticiones, rituales, hábitos etc…dependemos si o si de algo que nunca podremos manejar en su totalidad, y es algo tan sencillo como la persona, es decir, nuestro portero, ese al que intentamos adiestrar en lo que defendemos como la mejor ayuda posible para sus intereses y por consiguiente los nuestros, llevándolo de la mano como si de nuestro vástago se tratase hasta la rampa de salida en las jornadas competitivas, indicándole en ocasiones de manera obsesiva como debería ser cada acción o cada minuto competido ante lo que le espera al otro lado.

En ese otro hemisferio del campo le aguardan los malos (CONTRARIO-RIVAL), esos que intentarán por todos los medios posibles a su alcance, hacer que la jornada competitiva tenga tintes dramáticos para nuestro portero, nuestros intereses y nuestra trayectoria.

Pero no andarán solos para tal propósito los de en frente, ya que adheridos a ellos en su malévola causa estarán también como casi siempre, un montón de problemas técnicos, tácticos, institucionales, jerárquicos, ambientales, emocionales, y por supuesto lo que envuelve a todos ellos, el propio desarrollo competitivo (EL PARTIDO).

Y no se me ocurrirá pasar de puntillas por algo que debe ser resaltado sobre manera,  la mención especial ante lo que se han propuesto los ingenieros publicitarios adjudicándose su minuto de gloria para tal menester, empecinados todos los que se dedican a ello en llamarlo última tecnología temporada tras temporada, brillando con luz propia en el letrero tildado como enemigo número uno para nuestro vocabulario porteril, EL BALÓN.

Un ENTE que normalmente parece poseer vida propia,  teniendo registradas las innumerables trastadas ocasionadas que se gasta cuando marca sus enrevesadas trayectorias y velocidades, dignas muchas de ellas en ser visionadas por la DGT, ante posibles retiradas de puntos saltándose los límites marcados por ley.

Habiendo descrito ya la cantidad de ruido existente antes de la batalla, me hace reflexionar desde hace ya bastante tiempo, incluyendo aquella época cuando me enfundaba mis respectivas manoplas, que la dependencia ante los que tenemos a nuestro cargo ME MARCA como premisa indispensable en mis ideas, y por consiguiente en la denodada búsqueda de sintonía o feeling recíproco, SABERLO ESCUCHAR hasta en sus silencios más prolongados, intentar RESPETAR sus espacios aunque sean los más amplios del lugar, ASENTIR pese a faltarnos contundencia en nuestras creencias ante lo percibido, ESGRIMIR con la delicadeza más profunda sugerencias de cualquier tipo, aun no siendo estas en su totalidad las que intentaríamos esbozar en primera persona.

Esto viene propiciado por las características personales de los porteros a los que entrenamos, y que estos a su vez sin lugar a dudas, tendrán otros características distintas de las que nosotros siempre sacamos a relucir como alarde generoso de lo que éramos (o seguramente nos PENSAMOS que fuimos).

Perseveramos en trasladar en ocasiones de manera cansina nuestros pensamientos más férreos, o sea, todo aquello que usábamos cuando éramos capaces aún de enfundarnos los guantes sin equivocarnos de mano, y sin ser conscientes para percibir dudas a la hora de una posible ofensa al ojo del aficionado más crítico, sirviéndonos todos estos pasos como guión, fundamentos e idealizaciones propias, y excusándolos bajo el camuflaje como si de un legado mágico se tratase, de estar realizando el acto más generoso y desinteresado posible hacia los nuestros.

Les hacemos llegar a los que tenemos a nuestra vera futbolística unas directrices que fueron hechas a medida, basadas muchas de ellas en los principios personalizados como etiquetas identificativas, de cuando nosotros éramos los protagonistas del festejo.

Pero seguramente estos pensamientos tan propios, no permitirán que resplandezcan en muchas ocasiones como deseamos nuestras mejores intenciones, ya que los guardianes de nuestras porterías tienen estilos y personalidades propias.

Como indiqué con anterioridad, una cosa es lo que nosotros creemos que debe llevarse a cabo, y otra cosa normalmente muy distinta es lo que sucederá en el partido, derivado todo por la gran cantidad de acontecimientos incontrolables que pueden suceder, empezando por sus mentes, y que como se suele decir en el ámbito futbolístico trasladándolo a la vida;
(CADA UNO ES DE UN PADRE Y DE UNA MADRE).

Soy de compartir información, transmitir mis formas en cuanto a la ejecución de acciones correctas, y de las posibles soluciones para la erradicación en problemas técnicos-tácticos-psicológicos, interrelacionándonos durante la semana (TIEMPO HAY DE SOBRA).

De esta manera la cual es mi forma de actuar, creo que nos hará estar a todos lo más cerca posible de un éxito sosegado, y ahí es donde se deberá hacer un mayor hincapié para corregir, direccionar, subsanar, aconsejar y por descontado,  orientar a nuestros porteros ante lo que pudiera ocurrir con más probabilidad durante el partido, la exigencia competitiva que nos espera, y sobre todo ante lo que deberá hacer frente con contundencia en el transcurrir de la contienda.

Mi manera personal e intransferible ya que así lo siento y reclamo, es la de no llenar más de lo que ya está su mente en la previa insertándole más datos, presión, inquietud, dudas, responsabilidad, miedos, etc…

No concibo aunque por supuesto respeto a todo el que lo haga, incrementar con carga negativa (RIVAL), un estado de ánimo ya de por si estresado ante lo que se cierne, dándoles a los míos hasta el último instante más información de la estrictamente necesaria, y si que intento hacerles saber todo lo bueno que pueden hacer, o simplemente hacerles llegar que sus minutos competitivos van a ser GANADORES.

Queda probado sobradamente para aquel que se enfundó el disfraz de portero de fútbol alguna vez, y para todos los insensatos que siguen haciéndolo semana tras semana, que lo que llevan ya como carga mental en sus alforjas competitivas, es un lastre lo suficientemente pesado como para que no sigamos sumando kilos a dicho recipiente, al cual deberemos tratar de aligerar de la manera más ocurrente y personal que ideemos.

Hacerlos sentir fuertes, poderosos, confiados y sobre todo dispuestos para asumir el reto establecido tanto de manera individual como colectiva, es misión nuestra, no sólo poniendo las mejores metodologías semanales, sino también cuando estamos en puertas de su partido, no ocurriéndoseme mejor manera de hacerlo que trayendo algo de calma, algo de tranquilidad, algo amable en el último instante, algo agradable al oído como consigna final, algo como una mirada cómplice, algo que pueda recordar con satisfacción, en definitiva, que las últimas palabras o recuerdos antes de su batalla no sean recalcarle que fulanito o menganito son peligrosos, sino que escuche una voz amiga de verdad, esa que no viene en ningún libreto para la causa, esa que no se baja de internet, esa que no te la pasan por mensaje, esa que se distingue del resto de voces en ocasiones impropias que circulan alrededor,  esa que supone la compañía día tras día y que se la reconoce siempre, esa que es la última voz a la que aferrarse para entrar a la batalla.

Y luego:                                                             ¡QUE DIOS REPARTA SUERTE!

 







JM.SANTISTEBAN